De fantasmas durmientes y runners campestres

Como siempre que voy a Madrid, el infame despertador de las 5 y cuarto marcó el inicio del día.

En el AVE de ida fui jugando a la switch, me reuní con Jorge en Atocha y fuimos en cercanías hasta la ofi.

Una pava se trajo una sábana, se la echó por encima y se puso a dormir

No había prácticamente nadie en la ofi así que el día fue bastante aburrido, exceptuando algunos momentos puntuales .

Bailando la música que solo está en nuestra cabeza como dos completos esquizofrénicos

Y a las 4 y 15 emprendimos el camino de vuelta. Llegué a casa a las 7, me cambié y salí a correr con el Diego hasta el campo del Carlos, aunque el flato nos obligó a parar un par de veces.

Y en casa echamos un CSGO con Carlos y Broce antes de cenar y a las 11 y poco a dormir.