De runners campestres incansables y entregas nocturnas de llaves
Después de currar quedé con el Diego para correr hasta el Campo del Carlos.
Al final el recorrido fue algo así.
Y luego sacamos al perro y terminamos en Macondo hablando de las prácticas de Álvaro en el antiguo instituto de Diego.
Al llegar a casa María me habló para dar una vuelta con la excusa llevar las llaves de la academia en la que trabaja a su legítimo dueño y al llegar a casa me duché y vimos un par de capis más de Boba Fett.
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