De planes torcidos, males de amores y bebés pesados

Tras un arduo día de telecurro y de aburrirme un rato en casa me pasé un rato por a la librería. O ese era el plan inicial, porque pasando por la plaza oí un "psps" que venía de una mesa con Carlos, Diego y Sonia, y me quedé a tomar algo.

Diego y Sonia se fueron a comprar unos regalos y Carlos y yo nos quedamos dando una vuelta por el pueblo hablando de la gente que no ha crecido jugando a videojuegos.

Pasando por pradillo a punto de despedirnos apareció Diego con el coche, que iba a regar al campo, y nos subimos sin pensarlo.



Cuando llegamos estuvimos hablando de sus líos de faldas y de cómo había quedado con Nieves para hablar un poco más tarde.

Volvimos al pueblo, Diego se fue a su casa y Carlos y yo nos quedamos en el parque de la suya haciendo tiempo mientras llegaba Ceci con la niña.



Ceci se entretuvo hablando con 37 personas de camino así que la espera se hizo larga, aunque mereció la pena cuando llegó la bebote Elara.


Ya va pesando más 🏋️

Sobre las 11 y media nos despedimos, volví a casa para cenar algo y 1 hora después ya estaba en la cama.

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