De dulces rioplatenses y endocrinos hipertrofiados

No recordaba el asco que me daba coger el metro por las mañanas hasta que me ha tocado volver a hacerlo.

Aunque no fue tan duro gracias a Diego, mi hermano argentino que ha vuelto hace poco de ver a su familia, antes de irse descubrió sorprendido que nunca había probado un alfajor y me trajo uno.

Antes de irme estuve hablando con Fabio aka avances123 de buzo a buzo sobre sus incursiones subacuáticas a grietas y barcos hundidos y me estuvo comentando que para empezar en el mundo hace falta el carnet Open Water Diver.

Terminé llegando a casa sobre las 7, estuve un rato con el Iron Marines y el Unite hasta la hora de cenar y sin darme cuenta me quedé hasta las 2 leyendo sobre esteroides anabólicos androgénicos y hormonas ergogénicas en general hasta las 2 y algo de la mañana.

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