De reservas sorpresa, restaurantes posh y conquistadoras novicias

El último día de la semana transcurría sin sorpresa hasta que me llegó un mensaje de María (en teoría en Granada) diciéndome que habia reservado en un restaurante al lado de Meteo. Tras unos seguros de no entender nada me contó que llevaba en bus desde las 8 de la mañana para llegar a Meteo para comer.

Bajé para recibirla y después de los procedentes saludos subí su maleta y pusimos dirección al resteaurante.

María sentada paciente mientras subo sus cosas

Después de un paseo de 15 minutillos buscando la sombra llegamos al 80 grados, donde nos sentaron y después de unos minutos de indecisión por lo absuramente bien que sonaba todo en la carta pedimos tartar de salmón con gazpacho de mango, eclair con steak tartare, croquetas de carrillera con curry rojo, rissoto de secreto, raviolis de chili crab y huevo trufado, y para beber un distinto de verano.

Sigo sin decidirme con qué estaba más bueno


Siempre soy el que hace las fotos así que María me hizo una pensativo decidiendo los platos

Y de postre tarta de 3 quesos y helado con espuma de galletas (la ingeniería química ha ido demasiado lejos).

Poco antes de irnos nos pasamos por el baño por separado y los dos estuvimos un rato hasta que supimos cómo abrir los grifos.

Me quedaba media horilla presencial así que volvimos a la ofi y María esperó en los bancos del patio mientras terminaba unas cosejas y volvimos juntos en metro al piso.

Después de deshacer la maleta estuve enseñando a María las virtudes del AoE y jugó si primera partida, aunque evidentemente sin mucho éxito.

Eventualmente nos tumbamos en la cama y después de ver un par de vídeos nos quedamos dormidos sin siquiera cenar.

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