De divisiones territoriales ficticias y mojitos con hierbas salvajes

El plan del día era ir a visitar algún pueblo de la sierra y por votación popular acabamos en Patones de Arriba. Bea y Cris fueron en el coche de Carol y nosotros en el de Rodri. 

Llegamos sobre la 1 y lo segundo que hicimos (tras tomar un café) fue ver el ayuntamiento y empezar el debate territorial de si Patones de Arriba y Abajo era una división poética o municipal.

Y pasamos la mañana dando una vuelta por el pueblo.

Comimos en un banco al lado del puente


La pandilla fotogénica


En algún momento de la mañana Rodri, la autoridad horticultora del grupo, vio una mata de hierbabunea creciendo indómitamente entre dos trozos de pizarra y poco a poco se fue gestando el plan de acabar en el piso haciendo mojitos.

Antes de irnos buscamos un bar donde descansar nuestros cansados pies y acabamos tomando un café con hielo (y los más valientes con crema de orujo). 

Antes de irnos nos despedimos de Bea, que marcha a pasar el verano en Murcia, y volvimos en la misma configuración de coches que a la ida.

Mientras ellas dejaban a Bea e Sanchi nosotros fuimos a Mercadona a por picoteo y las bebidas espirituales necesarias para hacer mojitos, y en cuanto llegamos a casa nos pusimos a ello.

Y al final entre los mojitos y las pizzas pasamos la noche.

Sobre las 10 alguien se acordó de que era el combate boxeo de Jagger contra Bustamante y lo terminamos viendo en el proyector.

Cuando terminó echamos un par de partidas al Burrito Volador y grabamos la mayor parte de los duelos.









Terminamos sobre la 1, recogimos en un momen y nos fuimos a acostar aunque María y yo nos quedamos un par de horas más hablando.

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