De regalos sorpresa y guitarristas ínclitos

Para aliviar el pesar que me ha supuesto terminar el Elden Ring María me envió un paquete a Madrid que llegó por la mañana, pero tuve que esperar a llegar al piso para abrirlo.

💘

Pero no me dio tiempo a leer mucho porque al poco llegó Bea con su vetusta guitarra para que le aprendiera a tocar. Estuvimos un par de horas repasando punteos y acordes y al final grabamos un vídeo con los avances.



Cuando se fue no hicimos algo de cenar y estuve jugando con mi hermano hasta la hora de dormir. 


Por supuesto se nos acabó liando y cuando me metí en la cama me quedé despierto un rato más viendo un vídeo para sacar la señal digital de vídeo directamente desde el procesador de la Xbox.

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