De pilotos de karts iracundos y dardistas certeros
Carol había preparado una tarde de karts en una pistra de Moratalaz como sorpresa para el cumple del Rodri, que es la semana que viene. A las 5 y media fuimos algunos en el coche de Bea mientras Edu, Rodri y Carol iban por su lado para que no sospechase (aunque en el momento en el que le pusieron un antifaz creo que empezó a olerse algo).
Cuando llegaron nosotros ya estábamos esperando, se lo quitó y nos saludamos con abrazos fraternales.
Pasamos, se registraron y los que teníamos el instinto de conservación más sensible nos quedamos mirando desde la barrera cómo el resto conducía.
Vimos a un par de flipaos que se picaban bastante, acercándose más de lo necesario e incluso rozando a la peña, pero sin contar eso fueron unas vueltas limpias, y al terminar nos hicimos una foto todos juntos celebrando la deportividad y el juego limpio.
Después volvimos al coche para salir por las Lonjas y tras una pequeña crisis aparcando nos reunimos todos allí y pasamos a un bar que nos recomendó Adri, oriundo del barrio.
Estuvimos jugando a los dardos y al futbolín hasta que nos dio la hora de cenar.
De ahí fuimos a un bar cercano a cenar, pedimos varias raciones y al terminar nos despedimos con fuertes abrazos y Carol nos acercó a casa donde no tardamos mucho en acostarnos.
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