De chefs olvidadizos, chimeneas calentitas y bebés ajedrecistas

 Por la mañana hice lasaña de berenjenas y jamón, carrilleras al vino y tarta de queso, pero a esta última me olvidé de añadirle la nata y no quedó tan cremosa como hubiera debido.



Como mi hermano juega al futbol comimos pasta, y confié en mi mano derecha en la cocina, mi señora madre, para terminarla mientras me pasaba por Macondo a por el último de la edición especial de Mistborn.

Y por la tarde un poquito más del low-poly Elden Ring.


La idea de la tarde/noche era queda en casa de Diegazo para cenar jugando a juegos de mesa, pero según se acercaba la hora se fueron rajando Jaime y Edu para cenar y Broce y Álvaro en general así que quedé con Nitro y Diegazo y estuvimos de chill en su salón hablando del pasado lejano y de planes de futuro cercano.


Luego vinieron Ceci y Elara y estuvimos jugando al ajedrez con ella (más o menos).


Las dos estaban cansadas así que no tardaron mucho en irse, y escasos minutos después llegaron Jaime y Edu y nos pusimos a jugar al Fórmula D.


Ambos se fueron al terminar la partida y nosotros nos quedamos un ratillo más hablando, hasta que Roco ermpezó a dar signos de que tenía cacota y le sacamos mientras acompañábamos a Carlos a casa.

Cuando la hice no parecía tan borrosa, pero llegados a este punto es lo único que tenemos

Después de dejar al Carlos dimos una vuelta rápida por el campo, nos quedamos un ratillo más hablando en la esquina que conectan nuestras hasta casi las 3, nos despedimos con un abrazo y un hasta pronto y nos fuimos a dormir.

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