De aerosoles saharianos, viajeros solitarios y reencuentros amorosos

Llevamos un par de días con la calima que ha venido del norte de África y los coches cada vez amanecen más sucios.

Después de currar volví a Almagro, pero el Jorge no vino a Madrid así que me hice el viaje de vuelta a casa solo.

Al llegar quedé con María, fuimos a Macondo a saludar al librero de guardia y luego a dar una vuelta por Bolaños, me trajo casa sobre las 12 y no tarde mucho más en acostarme.

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