De terceras vacunas, corredores acompañados e inicios de fiebre

En el centro de salud de Almagro están vacunando de la tercera dosis sin cita previa, y como ya han pasado más 5 meses desde el anterior pinchazo (cuando María tuvo que llevarme convaleciente a casa) me acerqué en el descanso del curro a ponérmela.

Al llegar empecé a oler raro, incluso con la mascarilla, y al cruzar la esquina para hacer cola para la vacuna vi que delante tenía al mismísimo Bú, quien dejó su vetusto bastón y su hatillo cargado de historias y sueños en el suelo mientras pasaba a por su vacuna.



El pinchazo fue rápido y estaba de vuelta en casa en menos de 20 minutos. 

Curré hasta casi las 6 y después de un par de partidas al Pokemon Unite salí con Jaime a correr. Fuimos hablando así que aunque estuvimos media hora fuimos a un ritmo más suave que cuando voy solo y se hizo mucho más ameno.

Nos despedimos a las 7 y media y me dio tiempo a pasarme 15 minutillos por Macondo a ver a Álvaro antes de que cerrara.



Al llegar a casa me empezaba a sentir cansadete pero al terminar de cenar me he notado febril y al ponerme el termómetro y dar 37 y medio me han empezado a dar flashback de Vietnam.

Ahora estoy en el salón termiando un par de entradas mientras mis padres ven Ice Road, y cuando termine de escribir esto voy a llevarme una botellita de agua, una manta y un paquete de paracetamoles para aguantar la que tiene pinta que se viene esta noche.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De hamburguesas para llevar

De programmers y runners

De tanatorios y purpurina