De mandos que se arreglan milagrosamente y boxeadores zurdos en baja forma

Aproveché el descanso de las 11 para jugar un poco al Nioh pero el bluetooth de la PS4 había muerto totalmente así que intenté usar otro mando al que se le rompió el joystick (el mando verde) para intercambiarles la batería, a ver si era eso.



Para sorpresa de nadie no, y mi opción B era usar la PCB del mando verde y ponerle uno de los joystick del negro. Después de desmontarlos totalmente me di cuenta de que el joystick estaba bien soldado, así que cancelé el plan y los volví a montar pensando en que había fracasado mi misión.

Pero, habiendo dejado los mandos como estaban al principio, por arte de magia el bluetooth empezó a funcionar, así que le puse los tornillos a todo y di mi obra por finalizada.

Después de terminar de currar estuve acabando de recoger la piscina y los bártulos veraniegos con mi hermano, y después barrimos el patio.


Estuve preparando la maleta para mañana hasta las 9 menos 15, que quedé con el Félix para ir a boxeo. Cuando empezamos a calentar noté que llevaba un mes parado, y cuando empezamos a entrenar me pusieron con otro zurdo (éramos los dos únicos de la clase) y nos complementamos mutuamente.

Al llegar a casa me duché, cené y me fui a costar rápido para levantarme a las 5 y media de la mañana.

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