De fiestas de cumpleaños sorpresa y bengalas que llegan hasta el techo

Hace un par de días el Jaime me recomendó My hero Academia, y aunque Diego (el de Cádiz) me la recomendó hace un par de años, la empecé y no me terminó de convencer, como no tenía mucho que hacer por la mañana le volví a dar chance.

A lo tonto para las 7 ya me había terminado la primera temporada, y un ratete después Bea se pasó a buscarme para ir a celebrar (por sorpresa) el cumple de Cris.

Después de reencontrarnos con un largo abrazo fuimos a Hortaleza poniéndonos al día del verano que habíamos pasado. Llegamos y aparcamos enfrente de la urbanización de Rodri, que vive dos pisos más abajo que Cris. Nos abrió Carol y después de subir, conocer a la gata simpática Tuli y firmarle una tarjeta de felicitación subimos al cuarto y le cantamos cumpleaños feliz cuando nos abrió.

Rodri era el dueño de la bengala y se había autoproclamado pirotécnico experto, pero cuando la llamarada subió hasta el techo todos dudamos un poco de su título.

La foto nos la hizo don Julio, el padre de Cris

Sus padres se estaban yendo, así que nos enseñó su casa y su habitación, conocimos a la arisca gata Runa, nos dió a probar el bizcocho de café que había hecho y bajamos a tomar algo.

Estuvimos en La Bodeguilla hasta las 12 mientras me hablaban de las innumerables ventajas que tiene vivir en Hortaleza. De hecho, una amiga de la madre de Cris tenía un piso en alquiler y moviendo unos hilos me pasó las fotos y el precio y no estaba del todo mal.

Cuando terminamos nos subimos un rato a casa de Rodri y estuvimos jugando a un par de juegos de mesa; empezamos con el Fantasma Blitz en el que Carol y Rodri eran perros viejos y nos destrozaron)sin darnos chance.

Luego jugamos un par de partidas al Cortex que estuvieron mucho más igualadas pero al final Carol se alzó con la victoria.

Nos fuimos sobre la 1 y media y Bea nos acercó a casa primero a Carol y luego a mi. Nos quedamos un ratete hablando en el coche y nos volvimos a despedir con un abrazo tan bonito como el del encuentro, y segundos después de llegar a casa ya estaba metiendo en la cama.