De tartas de queso, amigas de Erasmus y vueltas a casa sin incidentes

Nos levantamos a las 12, desayunamos más leche de soja de chocolate y volvimos a la cama a ver vídeos del Jorge Cyrus, y después de ducharnos y arreglarnos salimos de casa casi a las 3.



Íbamos con la idea de ir a comer al Jimbo, pero cuando llegamos descubrimos que sin cita previa íbamos a comer poco así que dimos una vuelta por la zona buscando alternativas.

María era conocedora de La Bientirada, y como había uno muy cerca nos quedamos a comer allí. Pedimos tartar de atún (increíblemente bueno), entraña con pico de gallo y patatas japo con salsa kimuchi y alga wakame,



Después de comer como reyes aún nos quedaba gula para pedir la que María me vendió como la mejor tarta de queso de Madrid.


La tarta de queso era lo segundo más bueno de la foto

Cuando llegó la cuenta María saco un billete de los grandes, dió dos golpes en la mesa y dijo "como estos", y fuimos en metro hasta Los Aros en Tetuán a tomar un café con Carmen y Ángela, una amiga del Eramus de María.

Estuvimos una hora larga con ellas, nos despedimos y María me enseñó su hood y su antigua residencia de monjas hasta que nos dieron las 8. Habíamos quedado a las 9 en La Latina con Álvaro y Natalia, que habían venido a Madrid a pasar el finde, y los hortalinos. 

En Maps ponía que tardábamos una hora en llegar andando, así que lo intentamos. De camino nos encontramos con un Pounland, pasamos a dar una vuelta y vimos algunos dulces escoceses típicos.

A las 9 menos 5 volvimos a mirar Maps y aún nos quedaba más de media hora, así que cogimos un metro y llegamos en seguida.

Cuando llegamos estaban Bea y Carol. Hicimos tiempo hasta que llegaron todos y fuimos a la kebabería Puerta de Toledo a cenar. María y yo nos pedimos una pizza turca con movidas que al final sabía igual que un kebab canónico (y esta vez nos fijamos bien en que el cocinero tuviera las dos piernas).


El objetivo de la foto era salir lo más serio posible

A las 12 y media nos echaron y antes de despedirnos todos nos hicimos una foto.


Aunque ayer me juré no volver a coger un Zity, nos apetecía poco volver en metro así que reservamos uno cerca de Embajadores. Fuimos hasta allí con Álvaro y Natalia, que tenían el apartamento cerca, y después de andar 5 minutitos más llegamos al coche. Esta vez íbamos preparados; llevábamos el GPS puesto en los dos móviles y sabíamos que podíamos aparcar en zona verde, y además en ese coche funcionaba el GPS, así que el trayecto no llegó a la media hora.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De hamburguesas para llevar

De programmers y runners

De tanatorios y purpurina