De padres invitadores y juegos de mesa de trampitas

Los padres del Diego se iban a media tarde así que nos invitaron a comer para despedirse; Rafa curraba pero Sara y Antonio no, así que en total fuimos 6.

Fuimos al bar La esquina y me pedí la mejor carne que he comido en mi vida; una ternera super especiada que se deshacía en la boca.


Al terminar de comer nos hicimos unas fotos en el paseo marítimo quitándonos fugazmente las mascarillas con un coche de patrulla policía justo enfrente y nos despedimos de sus padres.


Sara y Antoñete se vinieron al piso y los 4 estuvimos jugando al Strikers Edge y estábamos intentando configurar el mando de la PS4 por bluetooth cuando llegaron Alba y María con sendas bandejas de pasteles.

Me traje el Virus y la Polilla tramposa de Almagro y estuvimos jugando un rato hasta que llegaron Jose y su amigo parisino, que nos fuimos a los sofases con el clásico de fondo mientras hablábamos de contratar gente, de cachorros de perrete y de Bollullos Par del Condado.


Sobre las 10 llegó Rafa de una cita de Tinder en Puerto de Santa María, y al poco se fueron todos menos Antoñete, que se quedó un rato más para comentar la jugada. A las 11 se fue y entre que recogimos y cenamos nos dio a hora de mimir.

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