De pokes y primas que no llegan

Después de una ardua mañana de desarrollo en C++ he cocinado un pollo al horno con especias que ojo piojo. 


Por la tarde el Diego estuvo surfeando un rato y el Rafa y yo nos bajamos a verle, momento en el que aproveché para hacer tremendo fotón.


La Auxi vino desde Málaga a quedarse en el piso del Jose unos días, así que fuimos a cenar a su casa. De camino pasamos por el Día a comprar la materia prima y al llegar hicimos un poke de salmón, aguacate y edamame con soja para cenar que preparó Jose. Después de hacer el salmón a la plancha le quitó la piel con dos tenedores para añadirlo al bol, y el Diego y yo teníamos tanta hambre que cuando terminó nos pusimos a rebuscar con los dedos entre la piel y las espinas como dos vagabundos con insuficiencia calórica luchando por encontrar algo que comer.


El toque de queda es a las 10, pero en teoría la prima llegaba a esa hora desde Linares para darle una sorpresa a la Auxi, así que estuvimos esperándola hasta casi las 11, y viendo que no llegaba nos piramos. Nos separamos en 3 grupos para levantar menos sospechas, pero pensándolo con sobriedad era bastante sospechoso ver a un pavo corriendo de a las 11 de la noche por el paseo marítimo detrás de otro montado en un carveboard.


Aunque el poke estaba to weno no fue suficiente para los 5, así que al llegar a casa tuvimos que recenar.


Por la noche nos quedamos en el salón hablando mientras el Rafa ponía unos tweets buenos, el Diego se inspiraba en apps parecidas a MusicScaleTool y yo desbloqueaba al necromancer en el Loop Hero.

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