De kitesurfers suicidas

Después de una mañana normalita, a media tarde bajamos el Antonio, el Diego y el yo a ver al Jose hacer kitesurf. Todos los psicópatas que lo hacen se juntan en pla playa de la Cortadura, pasando la residencia militar (adjunto un mapa de las playas para el lector profano en la geografía gaditana, el punto rojo mah o menoh es casa).



Justo cuando hemos llegado el Jose se estaba preparando para meterse, pero hoy hacía un viento bastante fuerte, y además era offshore, que va de tierra al mar y si vas atado a una cometa pues es especialmente malo porque te arrastra con él. Este es el primer intento de despegue.



2 minutos después de entrar en el agua y navegar un poco se tragó una ola especialmente alta, la tabla salió volando la cometa se fue al agua. Tras salir como pudo estuvimos buscando entre todos la tabla y la acabábamos de dar por perdida cuando un kitesurfer desconocido salió del agua con la tabla del Jose, se la devolvió y se volvió a meter al agua, y nunca volvimos a saber de él. El valdepeñero llegó a la conclusión de que lo mejor era volver a casa y volver otro día más tranquilo, y así hicimos.

Poco después fui con el Diego al mercadona y nos abastecimos para no tener que volver hasta la semana que viene, y al llegar a casa estuvimos recogiendo tomando unas cervezas y dando buen uso de los nachos y el guacamole que acabábamos de comprar.

Tras cenar repetimos al plan de todas las noches.

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