De comederos de gallinas y ostracismos

Aunque la idea de esta mañana era terminar de montar el vídeo, la he dedicado a hacer un comedero favelero para las gallinas con el comedero del viejo Rayo, una rejilla, un muelle y un trozo de paracord. Sólo se abre cuando las gallinas pisan, y así los pájaros no se comen su comida.


Por la tarde he seguido montando el vídeo del teclado (intercalando algunos parditos al Rocket) y, aunque el plan de la noche era salir con los compadres, el par de bares a los que vamos siempre estaban chapado y las alternativas eran en interior con gente, lo que en mitad de una pandemia no parece buena idea, así que me he quedado en casa sumido en el más profundo de los ostracismos para seguir leyendo Trueno.

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