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Mostrando entradas de enero, 2024

De profesores de programación y escritores marroquíes

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 Después de un día de desarrollo web quedé con Carlos para seguir aprendiéndole progración. Y al volver a casa echamos unas partidas destrozando con Dragonite. Después de cenar me quedé hasta tarde terminando la  segunda entrada de Marrakesh  con la inestimable ayuda de María.

De equilibrios cuestionables y escritores atrasados

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Después de pasarme la última semana durmiendo en camas ajenas, la primera noche con dos almohadas fue fastuosa. Sigo sin estar full 100% sano así que por la tarde fui a Asterio. De camino, en un alarde de psicomotricidad tropecé yo solo y caí sorprendentemente despacio, con lo que solo me hice un arañazo en la mano. Es lo más emocionante que me pasó en el dia A la vuelta pasé por Macondo y me quedé una horilla con el librero de guardia, que resultó ser Álvaro, y a las 8 volví a casa para hacer llamada con Jose y Pedro y empezar a reservar algunos de los apartamentos de Albania. Luego hice unas empanadillas con Madre para cenar y ahora llevo una horilla terminando las entradas de estos últimos días antes de irme a dormir.  

De oficinas concurridas y gnomos pirómanos

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La alarma me sonó a las 6 y 45 y a las 7 estaba esperando el bus para ir a Madrid. Hora y media de One Pace después llegué a una ofi, por suerte, hasta arriba de gente. Los horarios de los trenes de Renfe se han adelantado un poco así que  nos toca salir 20 minutos antes de la ofi. A las 4 estábamos metiendo los portátiles en la mochila y a y 5 llegando a la estación de cercanías para ir a Atocha. Habíamos conseguido asientos juntos en el tren y empezamos el arco de Dressrosa (que el Jorge ya vió hace unos años pero aprovechó para recordar). Llegué a Almagro tarde y cansado así que me bajé en un momen el Gnorp Apologue para probarlo.  Al final lo probé más rato del que había planeado Estos juegos suelen tener varias builds para pasárselos, pero en este en concreto siento que tengo que adivinar lo que el desarrollador quiere que haga o acabo softlock así que, aunque es interesante, no creo jugar más. Y a las 12 a mimir.

De samuráis mestizos

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Tras dormir mejor de lo esperado tuve que levantarme corriendo para ir al baño, confirmando al 100% que los fideos de ayer estaban pochísimos y decidiendo no volver nunca al Shifu. María no estaba full curada y yo seguía con el Frenadol cada 8h así que pasamos el día en el piso de chill viendo The blue eye samurai . Por la noche nos hicimos algo rápido de cenar, yo eché un par de Unites mientras María veía tistós, preparé la mochila para mañana y nos fuimos a dormir para volver a madrugar mañana. Me he dado cuenta de que no he subido ninguna foto con el setup de colchones que tenemos

De noodles eméticos y barcos hundiéndose

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Igual que en mi cumple , había preparado un día en Madrid para el de María que por varios motivos fuimos posponiendo hasta hoy. Tras levantarnos sin prisa y desayunar unas mini tostaditas untadas con varias cosas nos despedimos de mis tíos y a las 12 quedamos con Marta y Rebeca. A la 2 nos despedimos y cometimos el fatídico error a comer al Shifu, aunque no lo sabríamos hasta varias horas después. Luego dimos una vuelta por los super asiáticos de Leganitos, en los que ya somos expertos. Descansamos media horilla de tanto consumismo en Plaza España y fuimos a la sala 59:59, al lado del Bernabéu, para hacer la escape room The Captain .  Pasamos una hora intentando escapar de un barco y, aunque fuimos sacando las pruebas con bastante fluidez, al final pinchamos con la del morse. Aún así la terminamos con 5 minutillos de margen y volvimos a la calle Silvano a por el coche (ahora me arrepiento de no haber hecho ninguna foto de María con el chaleco salvavidas y el gor

De salas de despiece y pelotas de golf

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A las 12 fuimos en coche hasta Madrid, aparcamos cerca de casa de mi tío y fuimos an metro a comer a la Sala de Despiece. Y pedimos el menú degustación #2. Alcachofa frita con caviar y aguacate. Una absoluta delicia Ortigueira con emulsión de ostras Rólex Tomate japonés con atún Arenque ahumado con berenjena asada Melena de león con ceniza de puerro Chuletón y patatas revolconas (sin más) Flan de queso con dulce de leche de mango y helado de guisantes con algodón de azúcar Todo estaba absurdamente bueno y la experiencia con los simpáticos camareros preparándolo todo delante es muy interesante. Luego fuimos paseando hasta la antigua residencia de María en Tetuán para volver al Wenzhou, compramos un par de cosillas y fuimos en metro al Palacio de Hielo para probar el minigolf. Todo estaba bañado por una luz ultravioleta y hasta las bolas brillaban.

De zoos alcarreños y chefs dormilones

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Me desperté un par de veces por la noche tiritando de fiebre y por la mañana María me acercó a las urgencias del Casar antes de irse a trabajar. Pasé por una farmacia antes de volver a casa y seguí un rato con One Pace hasta que María volvió del instituto para comer e hicimos los cachopos con trufa que me traje de Almagro. El plan de la tarde era ir al zoo de Guadalajara, pero como cerraba a las 5 y media salimos corriendo sin siquiera terminar la digestión. Y pasamos la tarde viendo animales. Aunque en la página web decían que tenían mapaches no los encontramos y nos fuimos sin verlos. Tras salir, fuimos a miriendar a una pastelería de la zona. Volvimos a casa, nos echamos una siestecita sin querer y tras despertarnos preparamos unas fajitas para cenar. Vimos unos tistós y un poco de FF y a las 11 y media estábamos apag

De cinetosis vespertina e informáticos enfermos

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En algún momento de la noche se me salió la colcha y me desperté tiritando de frío y me quedé en duermevela hasta las 7, que sonó la alarma. Llegué a Meteo una horilla después y desayuné con los homies. Y a las 4 salí corriendo al metro para ir al intercambiador de Plaza de Castilla. Una hora después llegué al Casar con indicios de un catarro, aunque la enfermera María tuvo a bien proporcionarme un par de dosis de medicina moderna antes de acostarme un rato. Para cenar hicimos una pizzita. Y vimos el primer capítulo de Esta ambición desmedida antes de acostarnos.

De buses cosmopolitas y sopas asiáticas

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La alarma sonó al as 7 menos cuarto y a las 7 estaba esperando el bus que me llevaría hasta Plaza de Castilla para coger otro hasta Meteo. Romantizando Madrid Desayuné con Raquel, volví a desayunar con Jorge y pasé el resto de la mañana trabajando como una auténtica bestia del trabajo presencial. Una foto que hizo Jorge después de enseñarle mi móvil nuevo Y para comer, una de las sopitas que compré ayer con María. Finalmente no picaba Estuve en Meteo casi hasta las 8 y fui hasta Marde para cenar con Carol, Rodri y Edu. Estuvimos de raciones en el Casi y luego fuimos al Palacio de Hielo a por un mcflurry que se convirtió en uno de los del KFC. Se nos hizo un poco tarde y no nos rentaba mucho el metro así que pedimos un Uber hasta el piso del Fer. Nos esperaba febril pero sacó fuerzas para enseñarme sus estanterías llenas de libros y sus primeros pasos en el modelado 3D, pero los 3 estábamos destrozados y no tardamos mucho en irnos a dormir

De semanas asiáticas y perros con leishmaniasis

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Pasé la mañana telecurrando desde la desierta habitación de María. Y a las 2 y media hice los raviolis de cebolla caramelizada y queso de cabra con salsa de pesto que compramos ayer. Una delicia Después de comer terminé de currar mientras María descansaba un ratito la vista y a las 5 y algo fuimos al Aldi a ver qué habían traído por la semana asiática. Por supuesto nos llevamos varias cosas para probar Luego fuimos a una pastelería que recomendaron a María a probar las trenzas de crema. Y volvimos a casa para reservar el viaje a NY y mirar algunas cosas de Edimburgo. Un vídeo de @Ratolina Por algún motivo nos acordamos del meme de Mierdon y no pudimos parar de reírnos en lo que quedaba de noche. A las 9 y algo nos hicimos un par de sándwiches para cenar. Y cuando nos quisimos dar cuenta eran casi las 11. Me eché un par de Unites con Jose mientras María terminaba de leer La novia gitana  y antes de las 12 estábamos