Diario lacónico

Después de pasar el día currando en el Dash por fin pude jugar al Sea of Stars. Ha merecido la pena cada segundo de espera Y a las 9 fuimos a Ciu a despedirnos del Agus, que empieza el noviciado el jueves que viene. Le recogimos en casa y fuimos a cenar al 100mon del cine mientras hablábamos de su futura vida y de los sacrificios que implicaba. Cuando nos echaron volvimos a coche y nos despedimos de Jaime y Joseda, que se levantaban a horas más tempranas. Y luego dimos una vuelta los 3 por Ciu siguiendo hablando de lo mismo hasta la 1 y algo, que nos despedimos hasta Semana Santa.

Esta semana que he estado fuera han sido importantes para el mundo del gaming. Han salido el Armored Core 6, el Blasphemous 2 y el Sea of Stars, y al terminar de currar me instalé estos últimos. Todo totalmente legal Después de más de 2 años de espera por fin iba a poder probar el Sea of Stars, pero segundos después de abrir el juego María me llamó para ir a jugar unos juegos de mesa con sus amigos y no pude decirle que no. No oí el aviso de foto Cuando volvimos me puse a jugar un rato y, aunque pensaba salir a correr por la noche, a la vista de que lo bien que me lo estaba pasando jugando opté por no hacerlo. Y aunque no era para nada mi plan, al final me terminé acostando a la 1.

Las cervezas de ayer inhibieron mi producción de hormona antidiurética, lo que se tradujo en despertarme a las 5 de la mañana haciéndome pis como un abuelete. Tras levantarme para solucionarlo no me volví a dormir y a las 7 y poco salía a Meteo. Como el resto de agosto, una oficina vacía A las 4 y poco me fui y, tras un retraso en el cercanías que casi me deja en Madrid, me subí al tren 5 minutos antes de que se fuera y llegué sano y salvo a Ciu. Tras colocar las cosas y hacer algunos quereseres en casa fuimos al campo del Carlos a celebrar su cumple.  Después de estar un rato charlando, hicimos la cena a la brasa. Y le dimos los regalos pronto para que la gente de la tercera edad pudiera irse a dormir pronto. Le había dejado un mensaje programado a las 12 con una clave del Into the breach  y lo probamos 5 minutillos con la Deck conectada al proyector. Y luego el Jose se echó unos VS por primera vez. Después de esto eran más de las 2 y volvimos a Almagro en coch

El vuelo salía a las 3 y media así que nos levantamos sin prisa, terminamos las maletas y fuimos a comer algo y a comprar la comida. Desayunamos en un Nero. Y fuimos a comprar unos bocadillos y unas patatas exóticas por última vez a un Żabka. A la 1 pedimos un Uber para ir al aeropuerto Modlin y, como siempre, hicimos un par de horas de tiempo mientras salía el vuelo (me empieza a ir cuadrando menos llegar con tantísima previsión). Echamos un par de Unites y en una ocasión María pasó de ayudarme para matar a un bichito. Le dije que no era la jugada óptima, lo que no le hizo mucha gracia. A las 3 y algo salimos a pista. Y a y media salíamos. Desgraciadamente nadie quiso cambiarnos sitios así que nos sentamos separados y no pudimos seguir viendo La achechina . Llegamos a Madrid a las 7 y, 15 minutos después cuando María consiguió salir del final de avión, fuimos a Mar de Crista. Allí nos esperaban Carol y Rodri y fuimos en coche hasta el tercer pal

Nos levantamos a las 9 en nuestra habitación varsoviana y fuimos dando un paseo hasta el casco antiguo, donde empezaba nuestra visita por la capital polaca. Teníamos pensado desayunar en el Aioli  que teníamos de camino pero entre que habíamos salido un poco tarde, que estaba más lejos de lo que habíamos aventurado y que nadie nos atendía optamos por irnos sin desayunar e ir al punto de encuentro. La famosa sirena Al final fuimos a ver la muralla (un poco a la izquierda) Y en cuento terminó la visita fuimos a comer donde cenamos anoche para probar parte de la carta que también nos había llamado la atención; un codillo y unas empanadillas típicas de esas fritas (delego en el desocupado lector la opción de buscar el nombre). Por la tarde fuimos a Praga, un barrio obrero del norte de la ciudad que se quemó y fue reconstruido. Una iglesia bajo

Nos levantamos sobre las 9, hicimos las maletas tranquilamente y las dejamos en la recepción del hotel mientras íbamos a desayunar a nuestro Lajkonik preferido y a dar una vueltita mientras hacíamos tiempo para el tren. María pidiendo el desayuno en un idioma universal Luego fuimos a dar una vuelta para buscar algunos souvenirs, por el mercado del centro y la calle de la embajada. Volvimos al hotel a por las maletas y desde ahí dando un paseo a la estación de tren y compramos la comida en un Zabka que había de camino. María andando muy rápido Como buenos hijos de militares llegamos 1 hora pronto y esperamos pacientemente hasta que llegaba el tren y montábamos en nuestro vagón de primera clase. Subimos a la 1 y nos preparamos para pasar las siguientes 5 horas allí sentados. Llevábamos uministros para poder sobrevivir tantas horas sin morir de inanición Empezamos el viaje con energía. Pero no mucho después María cayó dormida pese al constante traqueteo del tren. Luego despert