Diario lacónico

A las 9 salimos Diego, Roco y yo de Almagro a por Félix a Ciudad Real. Se pone muy triste cuando Diego sale del coche Con el otro Moreno a bordo, fuimos hasta Lucian, nos metimos por un campo cercano, aparcamos en una arbolada y empezamos la ruta. Pasamos cerca de unas joviales vacas. Aunque una de ellas no tanto. Tras esto nos acercamos a otro rebaño y tuvimos unos segundos de tensión cuando al perro se le ocurrió ladrarle a una vaca cercana, lo que nos hizo muy conscientes de que estábamos rodeados de animales con cuernos que nos sacaban media tonelada y que corrían más que nosotros. Tras reeducar al perro con respecto a quién puede ladrar y a quién no, seguimos con la ruta.  Inicialmente íbamos a haber ido a la Cueva de los Muñecos, pero como el camino en coche estaba vallado improvisamos otro y acabamos en una colina viendo todo el valle. Deshicimos nuestros pasos para llegar al coche y al llegar a Ciudad Real tomamos una

Pasé la mañana del sábado alternando el Ragnarok con rápidas ojeadas al horno para ver cómo iba el cordero. Con una pseudomayonesa casera de pera y ajos confitados y una ramita de tomillo para decorar Por la tarde quedé para tomar unas cerves en la plaza con los nitros y cuando me quise dar cuenta estábamos en el Dominos comiendo de buffet libre. Luego nos acercamos a jugar unas partidillas al Stranger Bits. Waka vs Rocío en el Guitar Hero fue una batalla legendaria Y nos fuimos a dormir prontito para salir mañana de ruta temprano.

Tras una tarde con el Ragnarok, por la noche quedamos para tomar unas cerves y cenar en el Bolsillones. Y luego echamos unos darditos antes de irnos a casa.

Viendo que la PS4 quería salir volando con el Ragnarok por la tarde la abrí por primera vez desde su compra para limpiarla. Luego salí a correr por el camino de mi campo, me encontré a mi hermano y renuncié a mis sueños de runner para quedarme con él viendo el anochecer. Con las gallinas de fondo Y a la vuelta quedé con María un ratete para dar una vuelta y al volver a casa cené y no tardé mucho en acostarme.

Tras un día que se pareció demasiado al de ayer volvimos a llegar a Ciudad Real, aunque la vuelta en tren fue especialmente dura. Uno de los dos no está dormido de verdad Esta vez llegué a Bolaños sin pasarme ninguna salida, aguanté impávido los electrodos, volví a casa, un rato de GoW hasta las 11 y a dormir.

Tras el viaje hasta Atocha, que yo estoy aburrido de contar y tú de leer, me encontré con Jorge y fuimos somnolientos en cercanías hasta Mirasierra. Esta man tenía aún más sueño que nosotros Por suerte estábamos casi todos y el día se pasó más o menos rápido. Volvimos siguiendo el itinerario de siempre hasta Ciudad Real, pero desde ahí fui directamente a Bolaños para el fisio. No me sé la carretera así que puse el GPS pero iba retrasado, me salté la salida y acabé pasando por un merendero con "San Isidro" escrito en un letrero enorme, que luego descubrí que estaba  santuario de las Cruces , muy por el norte de donde debería estar. Edit: al final no estaba tan lejos, la ermita de San Isidro realmente está aquí . Tras una hora de electrodos (que me empiezo a plantear que sirvan para algo) fui a casa, cené algo rápido y antes de las 10 me estaba metiendo en la cama con la alarma de nuevo a las 5.

Ni confirmo ni desmiento, pero confirmo un poco, que puede que me quedara dormido y empezara a trabajar casi a las 10. Segundos después de fichar salida estaba saliendo hacia Bolaños para ir al fisio, una hora después de ultrasonidos y electrodos volví a casa y salí a correr un par de vueltas a la vía verde escuchando el último episodio  del podcast de Ragusea. Ducha, cena y una horilla de Ragnarok hasta acostarme a las 12 con la alarma a las 5 y poco.

⚠️ SPOILER ALERT ⚠️ Si estás pensando en ir a Puy du fou no es buena idea leer esta entrada. El principal problema de los parques temáticos masificados es que están masificados, así que a las 8 y media estábamos saliendo de Almagro hacia Toledo para aparcar bien y no comernos mucha cola al principio. Llevaba a mis dos GPSs en la parte de detrás Llegamos un poco antes de las 10 y media, aparcamos en primera fila y pasamos al recinto. Quedaba un pelín para que abrieran puertas y lo aprovechamos para planificar qué espectáculos ver y cuándo. Y a las 11 pasamos. De lo primero que vimos al entrar fue a un herrero con un sospechoso acento granadino contando cómo forjar espadas. Pero no nos pudimos entretener mucho para llegar al primer espectáculo. Empezamos con A capa y espada, una obra que cuenta las aventuras de una versión de Lope de Vega convertido en Zorro. Lo del escenario fue una locura; empieza siend